Tanto Belmonte Existe como el PP acusan al regidor, del PSOE, de impedirles tomar la palabra y reclaman «un cambio de formas»
Redacción/ Grau
Las malas relaciones entre el equipo de gobierno municipal de Belmonte, del PSOE, y la oposición (Belmonte Existe y PP) tuvieron ayer un nuevo episodio en el Pleno del Ayuntamiento. Los concejales de Belmonte Existe y del PP abandonaron la sesión, en protesta por lo que califican de «formas caciquiles» por parte del alcalde, el socialista Gilberto Alonso.
Según denuncia el PP, el alcalde «no dejó hablar a los concejales de la oposición», un hecho que asegura que «sucede de forma habitual», lo que motivó su abandono de la sesión. La portavoz municipal popular, Carmen Martínez, exige al alcalde un “cambio inmediato» en sus formas. “Son continuas sus trabas y faltas de respeto hacia el trabajo que desempeñamos los concejales de la oposición de este Ayuntamiento”, denuncia Martínez.
Similar postura expresan los concejales de Belmonte Existe-España Vaciada, que en un comunicado de prensa también denuncia las «faltas de respeto». «Muestra actitudes caciquiles y autoritarias. En esta ocasión el trasfondo de lo sucedido es uno de los puntos del orden del día, el referido al expediente de las Luminarias», señala el grupo municipal, que asegura que no les dejó debatir. «Quería aprobar una serie de mejoras del contrato, aprovechando la baja en la adjudicación, que a nosotros no nos parecían mejora alguna, y cuando empezamos a preguntar se pone nervioso y nos acusa de ir en contra de los vecinos. Queríamos aclarar nuestras dudas sobre la legalidad del contrato, y cuando una persona no quiere debatir, nos huele mal», señalan.
Belmonte Existe acusa al alcalde de «censura» y de pretender «acallar a la oposición». «El Pleno duró 16 minutos. A 100 euros de dietas por cada concejal, son 900 euros, nos parece tirar dinero público si no se puede debatir y representar dignamente a los vecinos», concluyen.
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