ʻPinʼ será trasladado este mes a La Tenderina, después de 13 años atendiendo a unos 3.000 parroquianos
F. R. G./ Trubia
José Manuel García de Jesús, ‘Pin’ (Mieres, 1968), ordenado en 1999, es otro de los curas al que el arzobispo de Oviedo ha decidido trasladar de destino el próximo mes de septiembre. Tras trece años en la parroquia, su nuevo templo será el de La Tenderina. Regresa a la actividad en el ámbito urbano, aunque como él dice «me entiendo mejor con la gente de pueblo».
– ¿Cuándo lo deja y dónde será su nuevo destino?
– Creo que en septiembre se hace oficial el traslado. me mandan a la parroquia de San Francisco Javier en La Tenderina.
– ¿Cuánto tiempo estuvo en la parroquia de Trubia?
– Estuve 13 años.
– Parece que en la Iglesia asturiana no prima la estabilidad de las parroquias…
– El obispo dispone de los curas según las necesidades que vayan surgiendo.
– ¿Cuántos parroquianos atiende?
– Bueno, es difícil saberlo. Oficialmente unos 3.000. No solo es Santa María, sino las iglesias de Godos, Soto, San Pedro de Nora, Udrión y Pintoria. De una manera u otra atiendo a casi los 3.000, unos más implicados que otros, pero siempre alguien tiene relación, aunque sea para un funeral. Cada parroquiano tiene su ritmo.
-¿Antes de Trubia cuáles fueron sus destinos parroquiales?
Estuve en La Calzada, en la cárcel de Villabona, en Ciudad Naranco y soy capellán, todavía, del HUCA.
–¿Y que diferencias ha notado respecto a Trubia?
– En la ciudad hay parroquianos más jóvenes y muchos niños. En Trubia gente más mayor. Pero he de decir que aquí en Trubia es donde más a gusto estuve porque hay una relación más cercana que en las ciudades y tienen mentalidad de pueblo y yo tengo esa mentalidad.
– ¿Cuáles cree que son sus logros en esta parroquia durante estos trece años?
– Ninguno. Todo lo que se ha hecho es gracias a la gente, como la rehabilitación de la iglesia. Nuestra labor no es material sino espiritual y social. Los mayores logros de un cura deben de ser mejorar las relaciones entre las personas y eso es difícil, nunca es suficiente, aunque la gente me ha ayudado mucho.
– ¿Qué espera de su nuevo des-tino en La Tenderina, un barrio obrero de Oviedo?
Bueno, es regresar a otro ambiente, urbano, como dije antes otro perfil de parroquianos, gente más joven. Aunque estaba aquí cómodo creo en Dios y si me toca este nuevo destino será porque Dios entiende que algo bueno puede salir con el cambio.
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