La osezna, localizada en abril entre Proaza y Yernes y Tameza, vive con un ejemplar hallado en Barniedo, y se estudia su liberación conjunta
Redacción/ Grau
La osezna ‘Cova’, recogida el 4 de abril por agentes del medio natural del Principado de Asturias en la zona de Cubia-Proaza (Asturias), en la carretera regional de Yernes y Tameza (AS-231), y que desde el pasado mes de agosto vive en recinto de aclimatación de osos pardos ubicado en el monte de Valsemana, en la provincia de León, tiene desde hace unos días un compañero. Se trata de un esbardu localizado este verano en Barniedo, que ha sido trasladado al centro de aclimatación para estudiar su interacción con Cova, lo que permitirá valorar su liberación conjunta en próximas semanas. Aunque, de momento, apuntan que el osezno leonés es «más tímido», según señala en la red social X la Junta de Castilla y León.
La osezna, de 1,9 kilogramos de peso, fue recogida en perfecto estado, siendo la principal hipótesis que se cayera accidentalmente desde su osera a través del monte a la carretera AS-311, al ser una zona escarpada de difícil acceso.
El día 5 de abril la osezna fue trasladada al Centro de Recuperación de Fauna Silvestre del Gobierno de Cantabria, en Villaescusa, permaneciendo allí hasta alcanzar los 20 kg de peso.
En el citado centro se mantuvo ingresada con una rutina de enriquecimiento ambiental y de hospitalización en aislamiento total y bajo videovigilancia, con el objetivo de fomentar las actitudes normales del esbardo y evitar su habituación a las personas.
A pesar de que la evolución de la osezna fue muy buena, el grupo de trabajo de oso pardo cantábrico consideró necesaria su adaptación, durante un plazo estimado entre uno y dos meses, en las instalaciones de aclimatación de osos pardos que la Junta de Castilla y León posee en la finca de Valsemana para completar su aprendizaje al medio natural y mejorar sus posibilidades de supervivencia.
Las instalaciones de aclimatación de osos pardos de Valsemana (en La Ercina, León), dotadas también de videovigilancia, facilitarán la aclimatación del animal al medio natural de forma previa a su reintroducción, dado que están aisladas, son amplias y cuentan con un adecuado enriquecimiento ambiental.
Con este ejemplar son cinco ya los oseznos que han utilizado estas instalaciones de aclimatación desde el año 2019, cuando se adecuaron estos recintos para poder albergar en semilibertad ejemplares de oso pardo en una fase previa a su liberación. Primero fue Saba, en 2019, una osina encontrada en Sabadía, en Santo Adriano; a continuación, Éndriga, en 2020; el osezno Martín, procedente de la localidad leonesa de Colinas del Campo de Martín Moro Toledano, en 2022; luego Cova, y por último el esbardu leonés.
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