Unos vienen pero otros se van

Gustavo A. Fernández
[La Mosquitera]

Varias familias madrileñas han elegido Grado para desarrollar un proyecto de vivienda colaborativa. ¡Pues sí que debe molar y resultar atractivo nuestro querido pueblo para que gente de fuera y sin ningún vínculo previo quieran venir a vivir aquí! Pero, un momento, no nos lo creamos tanto porque resulta que unos quieren venir, pero otros se han ido.
Por pura casualidad acabo de enterarme que el Centro Tecnológico y Forestal de la Madera (el CETEMAS) estuvo hasta el año 2016 en Grado, concretamente en las instalaciones que tiene en La Mata el Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario (SERIDA). Por meras razones políticas y porque Siero aportó unas instalaciones en Carbayín, en Grado perdimos este centro de referencia regional que tiene actualmente cerca de treinta empleados y desarrolla una importante labor de investigación, desarrollo e innovación (el famoso I+D+I) en los distintos sectores implicados en el ámbito forestal, de la industria, tecnología y materiales de la madera, biocombustibles, etc. Como curiosidad en el CETEMAS está también ubicado el banco de piezas de los hórreos declarados en ruinas de toda Asturias, allí se tratan estas piezas, se almacenan y se ponen gratuitamente a disposición de los carpinteros para que las reutilicen en las restauraciones de otros graneros. Es una pena que Grado perdiera este Centro Tecnológico, pero aún más triste es que los moscones no nos enteramos, no quisimos enterarnos o, peor aún, nos dio igual. También es de lamentar que acabe de irse de la villa moscona al vecino concejo de Las Regueras la empresa Melodijopérez, una agencia de comunicación rural pionera y muy reconocida. En Salas se movilizó todo el concejo cuando cerró la Danone, pero en Grado no pasó nada cuando se fue Cafés Areces para Tineo, ni cuando desapareció el matadero municipal para centralizar este servicio comarcal en Pravia, a nadie le extrañó que un moscón se fuera también a Pravia a montar una quesería de afuega’l pitu… y no me alargo con más ejemplos, pero el caso es que no acabo de entenderlo, ¿será que Grado es un lugar bueno para vivir pero malo para emprender y trabajar?

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