Publicado el: 10 Mar 2021

Santuarios de más de 17.000 años junto al Nora, en Las Regueras

El arqueólogo Antonio Juaneda, que acaba de publicar la investigación de los hallazgos de arte rupestre en Sofoxó I y Las Mestas II, destaca la gran capacidad de abstracción de los artistas, “se necesita una gran destreza”

El arqueólogo Antonio Juaneda, a la entrada de la cueva de Las Mestas II

Esther Martínez / Las Regueras

La luz de aquel atardecer de junio de 1980 que antes de penetrar en el interior iluminaba el techo del vestíbulo de la cueva de Sofoxó (Las Regueras), en el cauce final del río Nora, en su margen derecha, fue lo que propició que Antonio Juaneda descubriera el grabado de una figura zoomorfa. Por ese lugar habían pasado el conde de la Vega del Sella y Obermaier entre 1915 y 1919, y aunque mencionaron los nombres de las cuevas, y analizaron materiales, los resultados de aquella investigación nunca fueron publicados. En los años 70 Soledad Corchón hace una revisión de las 86 piezas líticas y las 33 óseas halladas en ese lugar y depositadas en el Museo Arqueológico de Asturias. Pero del grabado del cáprido nadie dio cuenta.

En 1982 Juaneda junto con su equipo, formado por Peter Smith, Alberto Ceballos, Emilio Muñoz y Mariya Milkova, volvieron a Sofoxó y realizaron una exhaustiva investigación, de la que concluyeron que “el grabado correspondería posiblemente al periodo solutrense y representa una cabra montés. Mediante trazo simple, de una anchura entre 4 y 6 mm, el cáprido presenta un cuerno hipertrófico, un gran dinamismo y parece un animal herido”. (Sautuola, no 23) El estudio tardó en ver la luz por motivos personales casi cuarenta años, hasta que fue publicado en el último número de la revista del Instituto de Prehistoria y Arqueología Sautuola. Afirma Juaneda que pocos lugares del mundo albergan tal densidad de yacimientos como los que se hallan en los escasos tres kilómetros de ese tramo fluvial, entre San Pedro de Nora y Priañes. De las ocho cavidades situa- das en este entorno (Sofoxó I, Sofoxó III, La Ancenia, La Andina, La Cruz, El Gitano, Las Mestas I y Las Mestas II) tres de ellas son santuarios: Las Mestas I, Las Mestas II y Sofoxó I. Una de ellas (Las Mestas I, descubierta por Vega del Sella y Obermaier en 1916) fue declarada Bien de Interés Cultural (BIC.) en julio de 2009. Su único grabado parietal, un caballo, está en la pared izquierda de la entrada suroeste.

La investigación publicada recientemente por Juaneda y su equipo da cuenta, además del arte parietal de Sofoxó I del localizado en Las Mestas II, a veinte metros de Las Mestas I. Las Mestas II fue localizada por Juaneda el 10 de julio de 1980,y ya en el momento de su descubrimiento reconoció numerosos materiales arqueológicos esparcidos por su superficie, de tipología paleolítica. Días después tras el hallazgo se realizaron croquis a mano alzada, se midieron las unidades gráficas, se levantaron planos topográficos y calcos a partir de fotografías y diapositivas, lo que ha llevado a identificar tras su análisis nueve figuras, de las cuales cinco son ciervas, tres zoomorfos indeterminados y una cabra, realizados con grabados anchos, simples y profundos, que podrían corresponder al igual que Sofoxó I, con el periodo solutrense. En un panel de poco más de un metro y medio se han identificado al menos siete figuras entrelazadas.

Los grabados hallados en las cuevas de esta zona de Las Regueras tienen una antigüedad entre 17.000 y 20.000 años, por lo que son anteriores a los bisontes policromos de Altamira. Antonio Juaneda tiene en su haber el descubrimiento de más de un centenar de yacimientos prehistóricos, entre los que cabe destacar el abrigo con arte parietal de La Viña en La Manzaneda (Oviedo). En 1979 inició las investigaciones en los valles del Trubia, con el hallazgo de la cueva paleolítica de El Ángel en Tuñón (Santo Adriano). “Con todo esto y con el resto de vestigios de la romanización; termas de Valduno y mosaico de La Estaca, la riqueza que aporta el Camino Primitivo de Santiago, la belleza natural y paisajística del concejo, justo en esta zona de yacimientos, enmarcados por los meandros que forma el río Nora, al lado del prerrománico de San Pedro de Nora, los restos de la guerra civil y los elementos etnográficos, sitúan al concejo en un lugar privilegiado, que alberga una riqueza extraordinaria, con un gran potencial para convertirse en un referente en cuanto a recursos culturales y naturales”, afirma Juaneda.

En esta investigación publicada en Sautuola relatan además lo encontrado en otras cavidades del entorno, que han arrojado datos tan importantes como el hallazgo de un fragmento decorado de cerámica, de terra sigilata de época tardorromana. También afirman que en La Ancenia y Sofoxó III hubo ocupaciones probablemente relacionadas con enterramientos de la edad de Bronce. La Ancenia fue prácticamente destruida a consecuencia de las voladuras de las obras de la central hidráulica de Priañes, aunque fue recuperado algún material.

Antonio Juaneda analiza así el arte parietal exterior en la cuenca del Nalón: “Los grabados zoomorfos representa- dos en las cuevas de Sofoxó I y Las Mestas II están realizados en perfil absoluto y mediante trazos sencillos y profundos. Los artistas que realizaron estos grabados probablemente eran de época solutrense, es decir, entre 20.000 y 17.000 años de antigüedad. A modo de curiosidad, estas representaciones se realizaron unos 4 o 5 mil años antes de que se pintaran los famosos bisontes policromos del techo de Altamira. La aparente simplicidad de los animales grabados en las cuevas del Sofoxó I y Las Mestas II, no indica una escasa habilidad o ‘primitivismo’ de los artistas que plasmaron estas figuras en el lienzo pétreo. Todo lo contrario, se necesita de una gran destreza ya que saber sintetizar en tres o cuatro trazos la figura completa de un animal es de una gran complejidad y se re- quiere un gran ejercicio de abstracción. Las representaciones parietales de ambas cuevas aparecen en una zona en donde alcanza la luz solar. Por esta razón, este tipo de cavidades son denominados ‘Santuarios exteriores’. Este arte es característico de la cuenca del Nalón y está presente en otras trece cavidades, como La Viña, la Lluera I, Santo Adriano, los Torneiros, Los Murciélagos, etc”.

 

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