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2 La Voz del Cubia Agosto de 2021
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E n el año 1943 un grupo Santa Ana, la fiesta más querida gaita, participaba mucho público que
de amigos que tenían su
seguía a un carro engalanado y tirado
tertulia en la sidrería “El
por bueyes (luego serían sustituidos
Infierno” acordaron for-
mar una sociedad que, ALFREDO G. HUERTA por una pequeña camioneta propie-
dad de “Industrias Ramos”) donde se
además de carácter benéfico, tenía por llevaban los tradicionales bollos pre-
objeto la organización de una fiesta el ñaos y las botellas de vino que, una
26 de julio. Así nace la Hermandad vez en el “prao”, eran degustados por
de Santiago y Santa Ana, una inicia- todo el pueblo en admirable camara-
tiva muy bien acogida por los veci- dería. Ya por la noche se quemaba un
nos, que la respaldaron haciéndose muñeco denominado “Xigantón”,
socios mayoritariamente. una especie de ninot valenciano re-
La fiesta tuvo diversos enfoques a lo presentativo de algún personaje de
largo de su historia. En sus primeros Grao. La Huelga o La Borbolla son
tiempos, por la mañana, una descarga fincas escenarios de aquellas primeras
de voladores anunciaba la procesión romerías y que hoy aún permanecen
de la Santa y seguidamente -como en la memoria de muchos moscones.
decía la propaganda- un animado Años después se decidió trasladar el
“desfile de gigantes y cabezudos”. festejo al parque de Arriba. El desfile
Por la tarde se efectuaba una gira fue decayendo paulatinamente hasta
hasta un prado cercano. En esta co- Los Quirotelvos, en las fiestas de Santa Ana quedar limitado a la participación de
mitiva, amenizada por música de algún directivo y de un público pre-
dominantemente joven que, coman-
dados por el irrepetible Pitúa, ataviado
con su característica camisa floreada,
recorrían alegremente las calles de la
villa, acompañados por un grupo de
gaitas y La Estrada, una orquestina
toda una institución en Grao. Para mi
generación fue una época muy entra-
ñable. En 1978, un año antes de que
se celebraran las primeras elecciones
municipales democráticas, hubo un
cambio generacional en la Herman-
dad cuando unos jóvenes formamos
una nueva directiva... ¡tiempos de ilu-
sión y esperanza! Fue un auténtico re-
vulsivo. Se celebró otra vez la romería
a las afueras del pueblo, volviéndose
a quemar el “xigantón”. Por otra
parte, con la participación en el desfile
de carrozas representativas de diver-
sos lugares y asociaciones de la co-
marca, el nombramiento de
“xaninas” a un numeroso grupo de
niñas, el baile de la Hermandad en la
plaza del General Ponte con la impli-
cación de muchas personas en su or-
denación y la celebración de verbenas
en varios barrios de la villa, se logró
una gran participación popular en la
organización de las fiestas, inédita
hasta entonces. Así mismo, la instau-
ración del acto de lectura del pregón,
la edición del porfolio y la organiza-
ción de diversos eventos a lo largo del
año, dieron a la Hermandad, además
de su vocación festiva, un nuevo aire
cultural. Aunque estamos en un pe-
riodo de espera a causa del covid, de-
seamos que el próximo año Santa
Ana, la fiesta más querida por los
moscones, se vuelva a celebrar en
todo su esplendor y como siempre
ocurrió desde su fundación… ¡con
alegría y diversión a raudales!. No lo
dudamos teniendo en cuenta la efec-
tividad de los jóvenes que forman la
actual directiva. Lo han demostrado
sobradamente, entre otras muchas ini-
ciativas exitosas, con la perfecta or-
ganización de la “comida en la calle”,
que tuvo una extraordinaria acogida.
