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28 La Voz del Trubia Noviembre de 2021
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La depresión otoñal

C on la disminución de la nes son para el otoño”. Las noches capacidad, ideas de muerte, quejas
se hacen largas y los días grises. somáticas, irritabilidad, problemas
luz solar, al final del ve-
rano, comprendemos
Surge paulatinamente esta melanco-
alimenticios y disminución de la li-
por qué el otoño es
desequilibrio en los estados de lo tanto, de una depresión endógena
época de arrebatadas lía otoñal e invernal que produce un bido o del apetito sexual. Se trata, por
melancolías. Adentrarse en el bosque ánimo. Cerca de cinco millones de que no tiene un motivo desencade-
tiene algo de mágico; la alfombra de personas en este país, sufren de de- nante en los factores genéticos del
hojas y musgo nos traslada de la ago- presión, que es mucho más que la paciente. La causa se encuentra en
biante vida diaria a una agradable gripe aviar. Además, las depresiones nosotros mismos. En fin, la dismi-
sensación de tranquilidad y de paz. son la causa del 80 % de los suicidios nución de la luz es, por lo tanto, el
Bosques frondosos, húmedos, her- y en España, la tasa de suicidios estímulo que desencadena este tras-
mosos, tranquilos y cubiertos por ronda la cifra de cinco mil al año. Sin torno que se repite año tras año y que
una alfombra multicolor de mullida duda, la disminución de la luz solar desaparece espontáneamente con la
hojarasca donde viven numerosas en la estación otoñal produce cam- llegada de la primavera o con el
criaturas. Por eso pasear por los bos- bios drásticos en nuestro reloj bioló- cambio de hemisferio. Sin duda, el
ques, y por los hayedos muy espe- gico, alterando el patrón de respuesta principal tratamiento es la luz. Sen-
cialmente, es una experiencia que fisiológica (comer, dormir, tempera- tarse donde dé el sol alivia el males-
puede llegar a hacer perder el sen- tura corporal, presión arterial, etc.) tar de muchas personas. El
tido; incluido el de la orientación. En ante los cambios de luminosidad. tratamiento de luz, natural o artificial
los bosques encontramos una serie Por eso, aumenta la producción de es más efectivo si se aplica en horas
de substancias volátiles, llamadas Hayedo de Montegrande (Teverga) Juanjo Menéndez melatonina, al tiempo que disminu- de la mañana. La persona predis-
“fitoncidas”, así como bacterias que parte de ese entorno mágico, natural y grises, termina por afectar al orga- yen los niveles de serotonina y, en puesta a este tipo de desorden tiene
son altamente beneficiosas para y espiritual, acoplando nuestros rit- nismo, dando lugar a un mayor consecuencia, se modifican los esta- que conseguir que su hogar sea más
nuestro organismo, especialmente mos biológicos a la serenidad, a la deseo de dormir, a una falta de moti- dos de ánimo, produciendo en per- luminoso, abriendo las cortinas, po-
para nuestro sistema inmunológico. quietud y al equilibrio del bosque. vación y a un despertar de la melan- sonas especialmente vulnerables las dando los arbustos o árboles que den
En fin, una fiesta espontánea, la de Contemplando esas hojas amarillen- colía. temibles depresiones y la ideación sombra a las ventanas, cambiando
los árboles caducifolios y su maravi- tas del sauce o del chopo, como se suicida. Estas conductas autodestruc- las bombillas por otras de más inten-
lloso caleidoscopio de encendidos arremolinan impetuosas con el Época de depre tivas, se han convertido en un grave sidad y pintando las paredes de co-
colores. Dentro de esta gama pueden viento en la desangelada y umbría El ser humano, se enfrenta con la problema en los países occidentales, lores más claros. Vestirse con
observarse el tono amarillo-rojizo, paz del bosque, se humedecen los cruda realidad que advierte en el caer tal y como se refleja en las más de colores más vivos y realizar ejercicio
producido por la carotina, o el ama- ojos que empiezan a expresar en sin- de las hojas, en los árboles desnudos 100.000 muertes que se producen en más sistemáticamente, también con-
rillo-anaranjado, causado por la tonía con la naturaleza (de la que for- y en el crepúsculo del sol otoñal; ahí, Europa al año. El cambio de estación tribuye a disuadir este síndrome me-
“xantofila”. Así, por ejemplo, en mamos parte) la tristeza del identifica su propio declive y debili- es causante de esta tristeza propia del lancólico. El tratamiento médico
plena estación otoñal, podemos con- organismo. El paisaje desnudo nos dad. Nos adentramos en meses que otoño que es conocida como depre- psicoterapéutico, es igualmente im-
templar la exhibición del roble y el dice hemos llegado hasta aquí, con parecen que no tienen fin, por mu- sión otoñal o “síndrome afectivo es- portante; el trabajo de escucha, co-
arce con sus hojas de color rojizo. ayeres al hombro, enlutando nuestro chos puentes que los surquen, con tacional”. La nostalgia invade los municación e interpretación del
Ciertamente, resulta refrescante a la ánimo y embalsamando recuerdos. bosques que se impregnan de colo- pensamientos y pronto también lo pensamiento (penas, dudas, angus-
par que reconfortante estar tan cerca No obstante, en este vendaval de res, como los hayedos rojos de san- harán la angustia y la pena. Posterior- tia, miedos, preocupaciones, etc.) es
de la naturaleza. La expresión que nubes grises, de paisajes desnudos y gre. Quizás, por eso seamos más mente, la persona se queja de desmo- esencial para frenar la sintomatolo-
escuchamos a personas que practi- de lluvias, se abre de nuevo la espe- vulnerables, y el fantasma de la limi- tivación, sensación profunda de gía depresiva. El otoño, también lo
can el “baño del bosque”, es: “me ranza, tal vez algo que no entende- tación del tiempo y de la muerte, de- tristeza, reducción del tono vital, li- podemos convertir en una paleta de
siento como si hubiera nacido de mos y que trasciende nuestra propia sencadene una cascada de mitación de la energía física y psí- colores muy estimulante para nues-
nuevo”, como si alguien hubiera existencia. Probablemente la dismi- sintomatología depresiva. Tal vez quica (anergias), graves problemas tro estado anímico e identificar el
apretado el botón de reinicio. Un am- nución de la luz solar, con cielos cár- por eso, la gente dice que el otoño es de concentración, alteraciones del paisaje otoñal con nuevos desafíos,
biente en el que la persona forma denos al ocaso y amaneceres malvas época de “depre”, que las “depresio- sueño, sentimientos de culpa y de in- retos e ilusiones.

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