Los niños y niñas han diseñado un recorrido por los restos del monasterio de Santa María de Lapedo, «Las chalgas de los escolinos»
Redacción/Grado
Los niños y las nilas de Belmonte saben mucho de la historia del concejo. Cada año participan en talleres de arqueología, gracias a la implicación con la comunidad del equipo de Laboratorio de Paisaje, Historia y Patrimonio, que dirige la profesora Margarita Fernández Mier, que impulsa las excavaciones de Vigaña. Tras estudiar en la villa, con la dirección del arqueólogo Pablo López, los vestigios del monasterio de Santa María de Lapedo, han decidido compartir sus conocimientos, y han señalizado el pueblo, una nueva ruta para los visitantes que se llama «Las chalgas de los escolinos», diseñada por ellos mismos y que marca un recorrido por los restos del antiguo monasterio, comenzando por el parque y finalizando en El Convento.
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