Publicado el: 14 Nov 2020

El eco de la tradición

El acompañamiento musical en las distintas fiestas y celebraciones locales de los pueblos se remonta a hace más de 500 año

Por TEVER

Llevo más de 20 años en contacto con la tradición asturiana, en mi caso, desde el punto de vista musical y cultural. Tras este tiempo uno puede descubrir el porqué de determinadas tradiciones y, entre ellas, destacan las costumbres de nuestros pueblos, en Asturias en general y las que nos encontramos en la Comarca de los Valles del Oso en particular, ya que, es aquí donde puedo ejercer mi labor como docente, además de pertenecer al concejo de Teverga por familia.

Una de las costumbres de mayor arraigo en nuestros pueblos son las festividades santorales de verano donde, los vecinos, formamos parte activa de las mismas desde las comisiones de fiestas, participación en las ceremonias religiosas o llevando a músicos de la zona para poder animar el baile entre sidras.

Dentro de estas costumbres, uno de los ritos que compartimos muchos pueblos asturianos son las ofrendas de ramos. Los llevamos caminando desde nuestras casas, realizamos una procesión alrededor de nuestras iglesias y, al final, subastamos y compramos las roscas participando, de otra forma, para que se puedan seguir celebrando nuestras fiestas.

Como músico, siempre me llamó la atención la solemnidad y estructura que tenemos las parejas de gaita y tambor o bandas de gaitas, a la hora de acompañar musicalmente todos estos momentos que forman parte  de nuestra profesión musical desde tiempos ancestrales


Como músico, siempre me llamó la atención la solemnidad y estructura que tenemos las parejas de gaita y tambor o bandas de gaitas, a la hora de acompañar musicalmente todos estos momentos que forman parte  de nuestra profesión musical desde tiempos ancestrales, pero, ¿realmente sabemos desde hace cuánto tiempo se remontan estas celebraciones?

Cébrano años 80 – Gaitero Juan Rodríguez Huerta – Ramo Juan J. Díaz Fervienza

Ofrecer a los dioses productos elaborados con trigo, maíz, escanda u otros elementos producidos en el campo nos remonta a épocas paganas precristianas, ya que era una forma de agradecer las buenas cosechas y pedir que el próximo año sea también generoso. Este hecho, de mezcla pagana y religiosa, lo pude comprobar en una actuación en el Oriente asturiano donde las roscas se amasan y preparan con forma fálica, dejando bien clara la representación de sembrar y fecundar la tierra.    

Sobre la música que acompaña estos momentos, tenemos la suerte de encontrar en nuestros valles uno de los registros más antiguos de estos acompañamientos en Asturias. Concretamente lo encontramos en en el concejo de Santo Adriano con fecha de 11 de agosto de 1522 en forma de texto:

En la apellidada huerta de San Romano, ha una metat efcasa fasta la ilefia de pradera e’ la otra decha metat de cellero júntafe a fantificar al gloriofo e bienaventurado martir é soldado el Sinnor San Romano el día 9 de Agofto enfenidad de fieles devotos que defde lugares apartados fafta de Torreftio e’ otros concurren con toda fuerte de limosnas e cosas muy compljderas en ramos de pan e manteiga e reciellos e llegan a la ilesia padres é madres e fermanos fincados de hinojos defde muy atras con luminarias é algunos de los dichos llegan plañendo por los sof fillos ….

…… despues de almorçar na praderia segunt que lo gan de coftumbre é ufo celebrafe la mifa solene con la asistencia de clerigos é de flaires de Tuñon é a veces de Teberga que dan una platica é con grant solenidat é acompañamiento de una trompeta é una caxa (tambor) va la procifion con las limofnas é fieles é cirios encefos é los galanes é los casados que gostan dançan e fan xuegos e vifiones por mas solenizar la procifion e ansi llegan fafta la ville”

Cébrano 2020 – Diego Fernández al Tambor y Tever a la Gaita

De este texto me gustaría destacar dos cosas, la primera el uso de acompañamiento musical ya en el siglo XVI en nuestras tierras, lo que nos remonta, al menos, a 5 siglos atrás de tradición y de profesión musical. La segunda cuestión que quiero destacar es cómo los vecinos de los concejos vecinos ya compartían sus fiestas entre ellos, dejando claro también, la cohesión social entre los vecinos de nuestros valles desde aquella época.

El texto recogido nos trae, a día de hoy, los ecos de costumbres y músicas que nos acompañaron siempre y que seguiremos manteniendo de generación en generación tal y cómo las hemos vivido desde nuestras casas, en familia.

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