Fábrica de armas de Trubia, mecenas de la cultura y el deporte

A partir del siglo XX y hasta los años 70, la factoría comenzó a organizar y patrocinar la casi totalidad de las actividades culturales y deportivas de Trubia, incluyendo las fiestas

Romería de la Fabrica / ARCHIVO DE VALENTÍN ÁLVAREZ

Por Valentín ÁLVAREZ

Han transcurrido más de dos siglos desde que el capitán de navío conquense Fernando Casado de Torres e Irala apostase por “ las inmediaciones del lugar de Udrión, en la confluencia de los ríos Nalón y Trubia, en el concejo de Grado, en Asturias “ como el lugar ideal para emplazar una fábrica de municiones gruesas respondiendo así al encargo que le había hecho el Ministerio de la Guerra. Desde aquel momento la Fábrica de Armas o la «Real Fábrica de Municiones» según se la denominaba antiguamente y nuestra localidad han ido de la mano. Desde el primer momento la empresa, hoy gestionada por Santa Bárbara Sistemas, aportó formación, trabajo y riqueza mientras que el pueblo y sus alrededores le facilitaban las materias primas que esta necesitaba para desarrollar su actividad (madera, mineral de hierro, agua….etc ) pero principalmente buenos operarios que llevaron a la empresa armera a ser un referente de la industria española.

Ya a finales del siglo XIX la Fábrica de Armas siguiendo nuevas tendencias que florecían en Europa se puso a la vanguardia preocupándose por el bienestar y el ocio de sus empleados mas allá de su jornada laboral. Para ello construyó viviendas, escuelas, hospitalillo, sanatorio, teatro, biblioteca, sala de baños, casino obrero… etc con los que mejorar las duras condiciones de vida de la época. Con la llegada del siglo XX la colaboración aumentó considerablemente pudiendo afirmarse que la empresa organizaba o patrocinaba la práctica totalidad de las actividades culturales y deportivas que se desarrollaban en Trubia.

En 1907 casi todos los actos incluidos en el programa las Fiestas Sacramentales de Trubia tenían lugar dentro de las instalaciones fabriles con gran protagonismo de su propia banda de música. Exhibición de películas en el cinematógrafo, elevación de globos aerostáticos, misa en la iglesia castrense, bailes en los jardines del probadero, fuegos artificiales y la romería en Soto componían el grueso del programa festivo que la Fábrica de Armas organizaba y financiaba.

Además de promover e impulsar las fiestas sacramentales, las fiestas de Santa Bárbara (patrona de la artillería ) o el homenaje a las madres el primer domingo de mayo en el teatro entre otros….. la Fábrica de Armas fue durante muchos años el gran mecenas del fútbol en nuestra localidad. Desde que en 1923 aquellos pequeños equipos de amigos (Unión Deportiva, Trubia Football Club, y principalmente el Racing de Trubia y el Español de San Andrés ) decidieran fusionarse y fundar el Real Juvencia la empresa aumentó de forma progresiva su apoyo. Su momento álgido llegó a mitad del siglo XX cuando el equipo llegó incluso a cambiar de nombre pasando a denominarse Real Juvencia de la Fábrica de Trubia.

En ese momento la Fábrica de Armas se encargaba del mantenimiento del campo de Quintana, facilitaba los desplazamientos en autocar propio y procuraba el fichaje de buenos jugadores con la correspondiente oferta de trabajo y el pago de sus ficha… incluso el médico de la empresa lo era del equipo. A lo largo de sus casi cien años de historia fueron muchos los mandos militares o jefes de taller que presidieron el club como el ex-jefe de la Casa Real el asturiano Sabino Fernández Campo. En la actualidad el club con sus 98 años de vida tiene 10 equipos en todas las categorías en los que practican deporte más de 100 niños de Trubia y otras localidades cercanas. El Juvencia, que desde 1928 ostenta el título de real, lleva en el interior de su escudo un engranaje como símbolo del trabajo y dos cañones cruzados representando a la empresa armera.

A mediados de los 70 el patrocinio en todas las actividades sociales y deportivas del pueblo fue disminuyendo de forma constante llegando a desaparecer por completo pocos años más tarde cuando se formó la Sociedad de Festejos tras la renuncia de la Fábrica de Armas a su organización.

Desde aquel momento hasta hoy el comercio, la hostelería y otras empresas de menor tamaño pero muy importantes pasaron a ser los principales apoyos de las iniciativas locales. En los últimos meses se aprecia con satisfacción un cambio de tendencia con el respaldo a algunas iniciativas culturales que deseamos se vaya ampliando a otros eventos lúdicos y deportivos, mientras los “cascarilleros” no perdemos la esperanza de que Trubia y su Fábrica de Armas vuelvan a ir de la mano recuperando esta el gran protagonismo que siempre tuvo.

Escudo del Real Juvencia / Archivo del autor