Se habían desplazado al puerto somedano desde la ciudad leonesa para trabajar en un hospital de campaña del ejército franquista, cuando las fuerzas republicanas atacaron la posición
Redacción / Grado
La Catedral de Astorga celebra hoy la beatificación por el Papa de tres enfermeras que fueron fusiladas el 28 de octubre de 1936 en el puerto de Somiedo. Se llamaban Pilar Gullón, Olga Monteserín y Octavia Iglesias y pertenecían a diversas asociaciones vinculadas a la Iglesia astorgana. Tras el alzamiento militar del 18 de julio de ese mismo año fueron formadas por la Cruz Roja de Astorga para obtener el título de “damas auxiliares voluntarias” con el que podían asistir a enfermos y heridos del bando franquista. Veinte días antes de su fusilamiento por las fuerzas republicanas, salieron de Astorga, enviadas por la Asamblea Local de la Cruz Roja, hacia el hospital de sangre situado en el Puerto de Somiedo (Asturias), desde donde el Comandante militar del ejército nacional de la avanzadilla había pedido apoyo. El día 27 de ese mismo mes el ejército republicano realizó un ataque a la Comandancia y al hospital. Fueron ejecutadas en el recorrido entre el puerto de Somiedo y Pola y recibieron sepultura en el mismo lugar. Hasta principios de febrero del 1937 no se confirmó su muerte. Sus restos fueron exhumados el 30 de enero de 1938 y enterrados en la Catedral de Astorga al día siguiente.
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