Publicado el: 02 Ago 2021

Tiempo de chigre

Luis G. DONATE

Sed bienvenidos de nuevo a esta nuestra particular tertulia. Sócrates decía que si la filosofía se leía el debate quedaba desvirtuado, yo por mi parte considero este rincón como si fuese una tertulia aunque sea cosa vuestra sacar las conclusiones. Me alegro de veros, si os place, entremos en materia, hay asuntos que tratar y creo que os gustarán.

El verano es tiempo de muchas cosas diferentes, tiempo de hierba, tiempo de sol (para quien lo disfrute realmente), tiempo de playa y tiempo de romerías, entre otras cosas. Estas últimas, también llamadas fiestas de prao, son una seña de identidad de nuestros veranos. Escojo hablar de ellas en el presente artículo porque en los últimos tiempos, debido a la pandemia, sufrieron muchas cancelaciones y eso me hizo volver la vista atrás y recordar las romerías que viví. La primera imagen que tengo respecto a eso es la siguiente: llegar oyendo de lejos a la orquesta, el lugar lleno de gente, en mesas o de pie con ese ambiente de festiva confianza que solo hay en los pueblos donde esté donde esté uno, parece que sigue en casa; recuerdo acercarme a la barra, pedir un refresco (nunca he sido muy de alcohol y menos en aquel entonces) y entonces fue cuando lo vi, un ingenio muy parecido a un sacacorchos accionado por palanca sujeto a uno de los postes de la barra. Más tarde, ya más instruido, supe que aquel “invento” era un chigre, que se usaba para descorchar botellas de sidra y que debido a él a las sidrerías y los bares a veces se los conoce como chigres. Dicho esto, descorchemos unas botellas, que suene la música y siga la fiesta, al fin y al cabo el verano es tiempo de chigres, que este recuerdo sirva para mantener vivo lo que hubo y lo que habrá, tengamos paciencia y cuidado mientras esto dure, que las ganas de fiesta nunca se pierden y ya habrá tiempo.

Bueno, aquí acaba la reflexión de este mes, espero que os haya gustado y que la sidra, aunque sea por escrito, no os haya emborrachado. En tiempos de prudencia debemos conservar el disfrute y la fiesta en el corazón para no perderlos, esa es la clave. Nos leemos de nuevo el mes que viene, hasta entonces quedo a vuestro servicio.

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La Voz del Trubia