La cantante Anabel Santiago valora vivir en Santa Marina por su tranquilidad y cercanía tanto a Oviedo como a la naturaleza
Lucía ÁLVAREZ / Les Caldes
Anabel Santiago nació en Buenos Aires y se trasladó a vivir a Asturias a una edad muy temprana. Desde muy joven se postuló como una de las grandes voces de la tonada asturiana, con numerosos premios y reconocimientos. Ha publicado siete discos propios y según nos cuenta, ya tiene el octavo en proceso. Desde hace algo más de tres años es vecina de Santa Marina de Piedramuelle, lugar que dice que no cambiaría por ningún otro donde haya vivido.
– Con el éxito que están cosechando Tanxugueiras, ¿afirmaría que el folklore está de moda?
– Pienso que el folclore está pasando un momento de auge muy necesario. Hay muchísimos artistas que llevamos trabajando en la música tradicional desde hace muchos años. En su día ocurrió como con el boom de la gaita cuando Hevia o Carlos Núñez saltaron a las radiofórmulas y vimos que la música de raíz tenía mucho que decir, ahora está ocurriendo lo mismo con el fenómeno Tanxugueiras. Ellas y tantas otras llevan mucho tiempo tirando por la música tradicional, pero se necesitan espacios como el Benidorm Fest para darnos cuenta de que puede ser un género rabiosamente actual. Espero que esta «moda» haya llegado para quedarse porque hace mucho bien a nuestras tradiciones.
– Usted lleva más de dos décadasdas fusionando la música tradicional asturiana con ritmos actuales, ¿se considera una visionaria? ¿Cree que se aprecia más en otras regiones?
– No me considero una visionaria, sí una amante de mi cultura tradicional. Desde muy joven tuve claro que el potencial de la música tradicional asturiana no estaba siendo explotado como debiera, y es por eso que comencé a fusionarlo con una gran variedad de estilos, desde el folk hasta la electrónica en mi último trabajo discográfico. Hay que decir que nuestros vecinos galegos por ejemplo llevan muchos más años sumergidos en ese afán de enaltecer sus tradiciones a través de fórmulas vanguardistas, pero en Asturias de un tiempo a esta parte hay un resurgir de grupos y artistas que están apostando muy fuerte por esas mismas fórmulas que considero necesarias y fundamentales para dar a conocer nuestros proyectos musicales, y eso ya es una victoria teniendo en cuenta que hace muy poco tiempo, el folclore se veía como algo trasnochado y cerrado a una audiencia minoritaria.
– ¿Tiene algún nuevo proyecto discográfico en marcha?
– Cuando salió Y_andá a la luz tuve la suerte de poder girarlo por auditorios y teatros durante un tiempo limitado hasta que llegó la pandemia. Después de ese parón tan largo he estado trabajando en nuevo repertorio y canciones para mi próximo trabajo que aún no lanzaré porque considero que el momento post pandémico se está alargando demasiado. Pero estoy a la espera de lanzarlo cuando los vientos sean propicios. Mientras sigo ofreciendo conciertos y hay alguna que otra sorpresa que pronto contaré.
-De su repertorio, ¿con qué canción se emociona más encima del escenario? ¿y a su público?
– Seguramente las canciones que más me emocionan son las que cuentan historias que me tocan el corazón. Podría quedarme con «La madre del mineru» o «La Lloca». Una por la carga sentimental de la tragedia minera y la otra por contar el sentir del emigrante y el dolor de la ausencia. Suele coincidir que las canciones que me tocan la fibra sensible, son las que más llegan al público.
– ¿Alguien con quien sueñe colaborar en un concierto o en una canción?
-Esa pregunta es compleja porque hay muchos artistas a los que admiro, pero tengo divas a las que sigo desde que era muy moza, como Mónica Naranjo. Un dueto con ella sería mucho más que un sueño. Y si nos vamos al terreno más folclórico, soy muy seguidora de Mercedes Peón o Lorena Mckenitt.
«Tengo por suerte de tener una cantera de voces infantiles y juveniles aplastante en la escuela de música tradicional de Oviedo que es donde imparto clases de canto»
-En cuanto a su faceta docente, ¿cree que existe alguna promesa de la tonada entre sus alumnas y alumnos?
– Tengo por suerte de tener una cantera de voces infantiles y juveniles aplastante en la escuela de música tradicional de Oviedo que es donde imparto clases de canto. Son alumnos que comienzan con una afición tremenda inculcada por sus abuelas y padres/madres y que están despuntando en los concursos de la región. Es muy destacable la calidad de sus voces y el amor que le tienen a nuestro folclore. Tengo escolinos de todos los concejos, ahora mismo están destacando mucho voces como Elvira Fdez (Grau) o Néstor Díaz (Llanes) que ya son una promesa más que contrastada y simbolizan el futuro de la tonada. La tonada está viviendo un momento dulce en cuanto a nuevas voces.
– ¿Qué diría que es lo que más le gusta de ser vecina de Les Caldes?
– Lo que más me gusta es la tranquilidad y el contacto tan cercano con la naturaleza que tenemos. Y a su vez estar tan cerca y bien comunicados con la ciudad. No cambiaría vivir donde vivo por ningún lugar de los que viví antes y eso es mucho para una persona culo inquieto como yo.
– Usted defiende la oficialidá del asturiano…
– Creo que la oficialidá ye fundamental y claramente positiva para dignificar una lengua denostada históricamente como ye la nuestra. No tiene por qué ser motivo de discordia ni de debate que esto suceda, es lo natural para proteger nuestro patrimonio llingüístico. Todo asturiano/a debería sentirse orgulloso de poseer una llingua propia como la nuestra, por eso me cuesta entender a los detractores. Nos suma y nunca resta, es una forma única de poner en valor una de nuestras señas de identidad más incontestables.
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