Publicado el: 24 May 2024

Betito, un perro reguerano de campeonato

Tiene 19 meses pesa 6,5 kg.  y ya tiene en su palmarés un tercer puesto en su categoría en el campeonato del mundo, celebrado a finales de abril en Zagreb , en Croacia

Mercedes Tazón Valle con Betito

Esther Martínez / Las Regueras

“Bim, Bom, Bam, Vaya Tela, Betito” es el larguísimo nombre de un can reguerano de Parades, cuya raza tiene otro curioso y complicado nombre; Xoloitzcuintles, una raza milenaria, conocida también como Xolos, con una no menos larga historia, que se remonta a la época de las civilizaciones mesoamericanas, siendo considerados sagrados por los aztecas.

A su propietaria, Mercedes Tazón Valle, le responde solo a su último nombre, Betito. Tiene 19 meses, pesa 6,5 kg.  y ya tiene en su palmarés un tercer puesto en su categoría en el campeonato del mundo, celebrado a finales de abril en Zagreb (Croacia).

Ambos, acompañados de la madre de Mercedes, han  regresado hace unos días con un flamante tercer puesto, en una categoría de adultos ya que por diez días, no pudo entrar en la de jóvenes. Compitió contra otros cuarenta y siete perros, de distintas nacionalidades. 

Pero no es este el único logro de Betito. Logró clasificarse para el mundial, tras haber sido Campeón Joven de Euskadi, Galicia, Comunidad de Madrid y Campeón Joven de España.

Betito es de padre mexicano y madre gallega. Su padre viajó a España a un campeonato y se quedó un tiempo en Galicia. Allí nació el curioso can reguerano, que llegó a Parades con dos meses y medio. Su padre ha regresado a México y  también es un campeón en su raza.

Según las creencias ancestrales, estos animales eran guardianes de los espíritus y que guiaban a las almas de las personas a lo largo del Mictlán (la ciudad de los muertos).  La leyenda cuenta que el dios Xolotl hizo al Xoloitzcuintle de una astilla del Hueso de la Vida, de la que toda la vida fue creada, para dárselo como obsequio al hombre, pero Betito no tiene necesidad de guiar almas, se conforma con crecer en Parades, rodeado de animales y de una familia, la Tazón Valle,  que le proporciona una vida feliz.

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