Teresa Ching, de Costa Rica al festival de la castaña valduna

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Activista por la protección de las tortugas en Parismina, está de visita en los Arroxos y se ha sumado al certamen, emocionada por la defensa que los regueranos hacen de su árbol autóctono y sus frutos

La costarricense Teresa Ching, que participará este fin de semana en el certamen de la valduna con sus coloridas pinturas

A. d. B./ Las Regueras

Teresa Ching nació en El Cairo pero ni es egipcia ni china. Su padre emigró de China para no luchar en la Primera Guerra Mundial, y se afincó en Costa Rica, país de nacimiento de Teresa, que estos días termina, en una casa de Los Arroxos donde está invitada, sus coloridos cuadros y sus pulseras para participar desde hoy en el certamen de la Castaña Valduna que se celebra en Las Regueras. Será la nota exótica y multicultural de un certamen que crece en fama y en público. Teresa, nacida en El Cairo (Siquirres), en el Atlántico, está emocionada de encontrar tan lejos de su tierra un colectivo de personas que luchan por mantener un árbol autóctono y si fruto, con tanto mimo como ella y la asociación a la que pertenece, Asociación para la defensa de las tortugas de Parismina (ASTOP), lugar donde vive y donde desarrolla su activismo junto a un grupo de mujeres artesanas y voluntarios. Su casa se llena de marzo a octubre de jóvenes voluntarios que participan en programas de preservar las tortugas carey, las laúd y las verdes del furtivismo. En abril de 2001, los residentes de Barra del Parismina, con la ayuda de la Guardia Costera de Costa Rica, comenzaron a patrullar la playa de Parismina para proteger a las tortugas marinas de los cazadores furtivos. Este pequeño grupo de residentes preocupados se convirtió en la Asociación Salvemos las Tortugas de Parismina (ASTOP). Las mujeres de Parismina son artesanas y guardianas del mayor atractivo natural del país. Sensibles a la problemática no dudan en acudir durante tres horas, un día por semana a cuidar los huevos de los que sobrevive uno de cada mil. Teresa y su marido ya fallecido , un eslovaco enamorado de Costa Rica, hicieron de su casa un lugar donde los turistas y voluntarios se sienten en casa. Estos días uno de los voluntarios, viajo desde Londres para visitarla en Los Arroxos. Nunca soñó viajar a Europa, y menos a Asturias. Un intrépido reguerano de La Pila (Trasmonte) emigró al país centroamericano hace más de un siglo. Uno de sus nietos, Luis Gustavo Arias Arce, es primo de Teresa. Otro intrépido viajero, Paulino Canga, concejal de Medio Ambiente y amante del paisaje y la naturaleza de Costa Rica, hicieron que la artesana alojara en su casa al reguerano y así se fraguó la participación de la mujer en el festival de la valduna, poniendo color y arte del otro lado del charco. Lamenta no haber traído sus jícaros decorados, de origen indígena, «pero ocupaban demasiado».

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