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16 La Voz del Trubia Enero de 2022
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SOMEDANOS ALLENDE LOS MARES

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Por Ileana Celina Peláez bana y vivieron durante un año en Agustín Feito Riesgo viajó desde La ñía. A mi abuelo Servando cuando
En una tarde de noviembre de 2018 suelo cubano, volvieron a Caunedo Habana hasta Asturias a buscar a regresó con Sabina y los hijos de
nos reunimos en La Habana los sa- y regresaron definitivamente a Cuba toda la familia de su hija mayor, Sa- España, lo incorporaron a los ne-
lenses Ramón Riesgo Dorado y en 1905, pero con sus cuatro hijos: bina. De regreso a La Habana Sa- gocios familiares; más tarde él
Marisén Menéndez Cañedo con el Sabina, José Fernando, Francisco y bina viajó de nuevo embarazada, compró sus propios inmuebles.
presidente del Círculo Salense de La Encarnación». junto a sus siete hijos nacidos en Cuando falleció mi abuelo en
Habana y una servidora, vicepresi- Precisa Virginia «mi abuelo paterno, Caunedo y su esposo, Servando. 1945, mi abuela Sabina se convir-
denta de la centenaria sociedad as- Servando, llegó a Cuba en 1893, Al comienzo de 1927 nació en La tió en propietaria de seis edificios
turiana. Invitamos a Virginia con 23 años, solo. Se hizo sastre pri- Habana María Ángela, la menor de apartamentos.
Caunedo García, una asociada que mero y luego fue pequeño comer- de los ocho hijos de Sabina y Ser- Virginia recuerda que su abuela
ofreció amablemente su testimonio ciante. Él conoció a mi abuela vando. Nos cuenta Virginia Sabina decía que aunque vaqueira
sobre sus ancestros vaqueiros. Vir- Sabina por ser naturales del mismo «Agustín Feito Riesgo el abuelo «mi familia estaba asentada, pero
ginia es hija de Julio Caunedo Feito, pueblo y contrajeron matrimonio en como todos le llamaban, fue un recibí la cultura de ellos. Mi
natural de Caunedo en el concejo de 1911, en la Iglesia del Santo Ángel hombre emprendedor, era carpin- abuela y sus padres, aunque cre-
Somiedo, quien viajó a Cuba en no- Custodio, en La Habana». tero, luego tuvo una empresa yentes nunca comulgaron ni fue-
viembre de 1926 con dos años de «En 1912 mis abuelos paternos, en constructora que fabricaba inmue- ron asiduos a la iglesia como
edad junto a sus padres, Servando matrimonio, viajaron a Caunedo. La bles de los que fue el dueño. Tuvo institución, se sabe que la iglesia
Caunedo Feito y Sabina Feito Tala- abuela Sabina iba embarazada y allí una ferretería y otros negocios no veía con buenos ojos este espí-
drid. Nos detalla Virginia, mi abuela nació su primer hijo, mi tío Ser- como la importación de equipos ritu libre de los vaqueiros y esto y
paterna: «Sabina, emigró a Cuba en vando, en 1912. Luego nacieron de ferretería, con varias exclusivi- otras cosas trajeron discrimina-
1905, con 15 años, acompañada de mis tíos: Agustín, Edelmira, Car- dades de venta en Cuba. Además ción. Mi abuela y yo tuvimos una
sus padres, Agustín Feito Riesgo y men, Mario Manuel, Elena y, por de la construcción, se dedicó a la relación entrañable. Ella tuvo 23
Liberata Taladrid Riesgo. Agustín y último, Julio, mi padre, quien nació venta de materiales de la construc- nietos y luego de 1959 se quedó
Liberata en 1891 viajaron a La Ha- en 1924». ción, O sea, era toda una compa- solo con cinco nietos en Cuba. Familia Feito Taladrid en La Habana. De izquierda
tres hermanos: José Fernando, sentado entre su

La familia Caunedo Feito en La Habana, 1933. Servando Caunedo Feito y Sabina Feito Taladrid con sus ocho hijos. De Entierro de Agustín Feito Riesgo en la Necrópolis Cristóbal Colón, La Habana, enero de
pie, de izquierda a derecha: Edelmira, Agustín, Elena, Julio, Mario Manuel, Servando y Carmen y la niña María Ángela