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28 La Voz del Trubia Febrero de 2022
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Sobre macros, micros, vacas, animales y otros seres
PLÁCIDO RODRÍGUEZ
M e atrevo a aventu- de mierda, incapaz de ser reab-
rar que, a tenor de
sorbido por la Madre Tierra sin
la etimología de la
que la ingesta del veneno le pro-
palabra, makros,
La “macroprovisión” es el resul-
algo que excede de duzca continuos vómitos.
lo normal, por grande tiende a tado de la falta de “microprevi-
desvirtuar su esencia, volviendo sión”, y la ganadería no deja de
desmedido o grotesco aquello ser una víctima más que entra en
que debiera guardar cierta me- un círculo vicioso iniciado en la
sura y proporción respecto al premisa falaz de que las explota-
entorno que lo rodea; sirva ciones más extensibles y soste-
como ejemplo desafortunado nibles no pueden abastecer de
que, para algunos, la macroce- carne a toda la población. Con
falia se torna en recelo estético, esta línea argumental se suelen
sobremanera para aquellos que justificar en los foros de debate
tienen el mal gusto de apuntar a las centrales nucleares y com-
con el dedo a la gente de cráneo bustibles fósiles, aludiendo que
prominente. las energías renovables necesitan
Cuando la macroeconomía me- una inversión a mucho más largo
jora, de manera que unas pocas plazo para que nos podamos
personas se reparten el botín ob- abastecer energéticamente con
tenido —en general merced la ellas. Así se va ralentizando cada
especulación financiera y ex- vez más la apuesta por lo micro,
plotación de otras personas— a para preservar el beneficio de lo
la vez se produce una ingente macro, como si una tribu justifi-
cantidad de microperjudicados, case el canibalismo por haberse
a los que no les hace ni puta distraído en la siembra de cereal
gracia adquirir conocimientos con el que elaborar pan, y haber
sobre desatendido la cría y cuidados de
inversión bursátil, básicamente animales domésticos que les pro-
porque la macroeconomía los veyesen de carne, huevos y
ha dejado sin un puto euro para leche. Al final ese abandono de
invertir en bolsa. Así que lo lo micro consigue que se devo-
macro se alimenta de lo micro, ren entre ellos, guiados por la
y lo micro de las sobras y la re- gula de un orondo santón de fau-
signación que impregna el ces babeantes en busca de carne
mundo. humana.
En el caso de flagrante despro- Pues bien, si no se potencia la
porción en el número de anima- ganadería sostenible, no quedará
les respecto del espacio que más remedio que recurrir a la ga-
comparten —algo perfecta- nadería industrial, por intereses
mente extrapolable a otros económicos conformada en ma-
seres— el hacinamiento se erige crogranjas; da igual que lo diga
en la norma obligada que regula Una macrogranja / Jonás Amadeo Lucas Agamenón o su porquero. Otra
todo lo que de forma natural se cosa bien diferente, al parecer, es
hubiese asimilado y esparcido que lo proclame un ministro, tal
con mucha más libertad. Ese vez porque lo que se espera de
hacinamiento —además de am- Si no se potencia la ganadería sostenible no quedará más él, aparte del consecuente predi-
putar la dignidad de muchos remedio que recurrir a la ganadería industrial, por intereses camento, es que impulse incen-
seres— convierte los alimentos tivos, ayudas y protección para
en sustancias anabolizantes, el económicos conformada en macrogranjas, y da igual que lo las pequeñas ganaderías, que son
normal crecimiento en hipertro- las que contribuyen a la fijación
fia, el metano en gas letal para diga Agamenón o su porquero de población en el medio rural y
la atmósfera, y los residuos or- en esa España vaciada de la que
gánicos en un inmenso montón tanto se habla.
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