El espectáculo musical, realizado sobre el pantano de Valdemurio, tuvo una entrada de 300 personas, que disfrutaron de la música y del paisaje
Beatriz Álvarez / Quirós
Tras más de cien actuaciones, de las que sólo ocho han sido en la cornisa cantábrica, ayer se ponía punto y final a la gira de Piano du Lac en un entorno y con un tiempo calificados por la organización y el público asistente como espectaculares.
La elección del pantano de Valdemurio en Quirós para el cierre de la gira fue una apuesta personal de Mónica Cofiño, la Xata de la Rifa, artista asturiana que colabora con esta compañía francesa, que contó con el apoyo incondicional del Ayuntamiento de Quirós y la complicidad de Eva Martínez, teniente alcalde del mismo, que apostó en todo momento por este concierto, aún sabiendo que el tiempo podía jugar una mala pasada. Sin embargo, el otoño recién estrenado quiso regalar a artistas y asistentes un día para conservar en el recuerdo.
Más de 300 personas pasaron por la taquilla voluntaria, “la mejor entrada de las actuaciones que hemos hecho aquí” en palabras de la organización, aunque los asistentes fueran muchos más. Los coches llenaron los aparcamientos cercanos y los márgenes de la carretera general entorno al pantano y mucha gente quedó en la carretera no bajando al pie del pantano, lo que les favorecía de alguna forma la visión de la función aunque el sonido fuera un poco peor. Gente venida de los concejos vecinos Grado, Lena y Oviedo por poner algunos ejemplos.
Un piano deslizándose sobre las quietas aguas del Embalse de Valdemurio, un hombre rana que toca la trompeta al tiempo que ayuda a rectificar la trayectoria del piano. Canciones francesas, pero también españolas. Música y poesía. Un espectáculo para los sentidos, muy visual, muy plástico. Elegante y delicado en el que los artistas interactúan con el público que se convierte en protagonista del mismo. La suerte de poder contar con un teatro al aire libre. Al finalizar el mismo la compañía Piano du Lac invita a artistas locales a que prueben la experiencia de tocar sobre el agua y ayer entre otros sonó música de piano junto a la gaita a cargo de los hermanos Álvarez Pola y de dos jóvenes gaiteras todos ellos miembros de la Banda de Gaitas el Teixo-Manolo Quirós.
Muy satisfechos estaban ayer los músicos integrantes de esta joven compañía francesa mientras desmontaban su particular campamento que tiene algo de cirquense. Sentimientos encontrados después de haber atravesado Francia y recorrido el Cantábrico en una gira que se ha prolongado mas de cuatro meses. “Un poco de tristeza” decía Mónica Cofiño “voy a echar de menos el piano.” Pero muchos planes de futuro. “El año que viene tenemos que repetir y llevarlo hasta Sevilla” le decía Mónica a sus compañeros “y, por supuesto, volver a Quirós”.
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