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El cebadero de Las Ubiñas, al borde del cierre por su su deuda

Los socios piden una auditoría y la última asamblea presupone la liquidación de la sociedad

Beatriz Álvarez / Quirós

Ubicado en las cercanías del pueblo de Llanuces, el cebadero se presentó en su momento como una moderna instalación para dar salida a la venta de terneros de mayor y mejor calidad a través de comercializadoras cárnicas asturianas.
En el año 2011, el entonces consejero de Medio Rural y Pesca del Principado, Aurelio Martín, participó en la inauguración del cebadero comunitario de terneros de Quirós. Las instalaciones aplaudidas por muchos de los ganaderos de la zona se realizaron gracias a la colaboración de las administraciones local, autonómica y central a través del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino. La Consejería concedió al Ayuntamiento de Quirós una ayuda de 433.719 euros, que re-presentaba el 50% del presupuesto global del proyecto que ascendía a 867.438 euros, para financiar la construcción de este cebadero comunitario.

Comenzó su actividad en enero de 2012, estando plenamente operativo en marzo de ese año, sus socios, en la actualidad 41 procedentes de los concejos de Quirós, Proaza, Santo Adriano y Lena (ésta incorporada en último lugar), llevaban allí los terneros a engordar. Se centralizaba así la labor de engorde de los animales lo que se supone redundaba en la calidad, en la mejora del manejo de los xatos y en la posibilidad de negociar mejores condiciones con los proveedores. El proyecto parecía dar solución a las necesidades del sector y pretendía incentivar el cebo de terneros por los propios ganaderos propietarios de las vacas nodrizas en la misma zona en la que se encontraban las explotaciones y con el fin último de me-jorar la rentabilidad de las mismas garantizando la trazabilidad de la carne desde su nacimiento en la explotación a su paso por el cebadero a su salida para el matadero. Si bien el Cebadero tuvo en contra las opiniones de algunos de los ganaderos quirosanos más potentes que no entraron en la sociedad y observaban la actividad con cierto escepticismo, fue una idea celebrada por la mayoría de los propietarios pues mejoraba la competitividad de la producción y originaba unas circunstancias favorables para que los terneros se incorporaran a la Indicación Geográfica Protegida ‘Ternera Asturiana’.
Del crecimiento a la crisis. Todo parecía positivo especialmente para las pequeñas explotaciones ganaderas que son la mayoría en la zona, conjugando eficiencia y rentabilidad. En todos estos años la idea siempre fue de crecimiento, sin embargo, parece que los malos resultados ponen en peligro la continuidad de la explotación y apuntan a la necesidad de liquidar la sociedad.

Algunas de las causas que se apuntan son en primer lugar, una mala gestión de los responsables y, en segundo lugar, el hecho que algunos de los socios dejasen de meter xatos lo que hizo que en los últimos tiempos, habiendo menos ganado para cebar se tuviera que abrir el mismo a ganaderos que no eran socios de pleno derecho para que metieran también sus crías a cebar.

El presidente del Cebadero de Las Ubiñas, el quirosano Rubén Fernández, lo fue también del consejo regulador IGP Ternera Asturiana hasta que dimitió por motivos personales en enero de 2023.

Los socios piden una auditoría

En la actualidad todas las par­tes estudian opciones para dar solución al Cebadero. Los so­cios, que perderían la aporta­ción inicial que desembolsaron, proponen una auditoría para conocer las cau­sas de una deuda de casi 300.000 euros que mantiene la explotación con sus provee­dores.
Por su parte el Ayuntamiento quirosano, propietario de las instalaciones, estudia en pala­bras de su alcalde, Rodrigo Suá­rez «la posibilidad de gestionarlo directamente o sa­carlo a licitación y que sea ex­plotado por quién esté interesado».
La cuestión es que, de ser un símbolo político y económico de desarrollo rural ha pasado a ser un problema que inquieta a muchos.
Inicialmente, el proyecto, ideado para engordar hasta un millar de terneros, aglutinó unos 30 ganaderos y se enten­día que la iniciativa servía ade­más para promocionar la zona y crear riqueza.

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